—Hola ¿Eres nueva? —Preguntó el de pelo dorado.
—¿No es obvio? —
—...Tienes que completar algunas cosas, acompáñame
Lo seguí asta un aula donde empezó a revolver unos papeles, y después de 2 minutos se giro y me dijo
—Tienes que pedirles a tus padres que firmen este formulario, y te faltan algunas cosas, veamos, una foto carné y $25 del formulario
—¡¿Me van a cobrar $25 un condenado formulario?! ¡Con esa plata me puedo comprar una hamburguesa, unas papas y una gaseosa!
—Si, intenta traérmelo lo antes posible para poder completar tu inscripción aquí.
Sin escucharlo salí del aula lo antes posible y me dirigí al patio. Cuando salí me topé con el pelirrojo.
Estaba cruzado de brazos y me miraba fijo, sin parpadear.
¿Y este quien piensa que es? ¿El matón del instituto?—Levanté una seja
—¿Y esas muecas? ¿Pensás que sos un mimo?
—Un mimo ¿Eh?.. ¿Te crees comediante?
—No sabía que tuvieras carácter— Dijo dedicándole una sonrisa- Soy Castiel
—¿Me sonrió? Le gusta que lo insulten... Ay no, lo que me faltaba, un masoquista
—¡Ey! Chiquilla maleducada, ¡Cuando alguien se presenta deberías hacer lo mismo!
—¿Además de masoquista bipolar?
—¿Que?
—Este tipo me da miedo, mejor me voy.
Fin del capítulo 2